La luz, el fuego, el agua, el Pan y el Vino, el incienso, la cruz, el aceite y el cirio.  

Es la mesa donde se celebra el Santo Sacrificio de la Misa. El Altar es "la mesa del Señor". Actualmente se ha vuelto a lo simple y lo sencillo, el Altar ya no es tan elaborado y ornamentado, sino que volvió a su forma original, una "Mesa".

Estructura de madera o metal que sirve de apoyo a un libro litúrgico para facilitar su lectura.

En el Altar, se coloca un Crucifijo, del tamaño y forma que dessen o también puede ir en la pared o colgado en el techo. Lo esencial es que esté presente en la Santa Misa, para recordarnos que el sacrificio de la Santa Misa es el mismo que el de la Cruz. Debe ser visible desde cualquier ángulo del templo.

Recipiente sagrado donde se pone la Eucaristía de manera que se pueda ver para la adoración. También se le llama ostensorium, del latín ostendere, mostrar. Hay gran variedad de tamaños y estilos. Generalmente alrededor de la Eucaristía se representan rayos que simbolizan las gracias conferidas a los que adoran.

La "Mesa" está cuberta por uno o dos manteles que pueden ser de cualquier tela, uno es pequeño llegando a cubrirla exactamente, y el otro es más largo y ancho para que cuelgue de los cuatro lados. El único requisito es que sean blancos y estén bendecidos por el Obispo.

Es el libro que contiene el orden y el modo de celebrar la Misa. Al celebrar la Misa se coloca sobre el altar, puede usarse con o sin atril, aunque en algunas parroquias también acostumbran a ponerlo sobre un cojín.

Es el pequeño recinto a modo de caja o armario, donde se guarda la Eucaristía despés de la celebración, para que pueda ser llevada a los enfermos o puedan comulgar fuera de la misa los que no han podido participar en ella. "Tabernaculum" en latín que significa tienda de campaña. En los primeros siglos la Eucaristía de guardaba en las casas particulares, con todo respeto y luego al construirse los templos se guardó en un anexo de la sacristía. A partir del siglo XI se colocaba el sagrario encima del altar. Ahora el sagrario no se coloca sobre el altar, sino que en un lugar noble y destacado, convenientemente adornado, que haga fácil la oración personal fuera del momento de la celebración, ese lugar destacado es la capilla del Santísimo. Junto al sagrario luce constantemente una lámpara con la que se indica y honra la presencia de Cristo.

Pieza redonda, tradicionalmente de cristal transparente con borde de oro o dorado, en que se pone la Sagrada Hostia para sostenerla en la Custoria. También se usa un viril para guardar reliquias en un relicario.